Todos recordamos haber cerrado los ojos con un cuento de duendes o hadas. A veces estos míticos personajes pasaron a poblar algún sueño y otras se quedaron en la memoria como personajes que desde otros mundos, a ratos visitan el nuestro para darnos una linda historia.
Pensando en esto, el Centro de Estudios Oníricos de Chile presenta una serie de cuentos infantiles cortos de María José Ferrada, especiales para contar a los niños antes de dormir.
Enero
Las luciérnagas
Las luciérnagas son luces que vuelan.
En enero hay que mirarlas en el patio. Entonces parece que uno está en la mitad de un cielo lleno de estrellas verdes.
Cuando las personas chicas o grandes miran las luciérnagas también se ponen brillantes, pero eso sólo lo pueden ver las luciérnagas.
Por eso para ellas enero también es importante. Durante ese mes salen con sus hijos a ver a las personas brillar.
Les parece que es un cielo, muy grande.
Febrero
Las frambuesas
Las frambuesas son las frutas que inventaron el color rojo. Por eso cuando uno las toma los dedos se tiñen de rojo de verdad. Cuando se comen, la lengua se pone roja también, eso le gusta a las frambuesas porque son muy amistosas y les gusta compartir su invento con las lenguas de los niños.
El rojo es un color alegre y por eso cuando la gente come frambuesas siente ganas de bailar.
Marzo
El viento
Al viento le gusta mucho el sonido de la risa de los niños, por eso a veces sopla despacio entre el cuello y la bufanda hasta dar cosquillas. Dentro del viento hay una colección de risas, algunas son muy fuertes y otras apenas se sienten. Mirando su colección de risas el viento aprendió a reírse también. Sus carcajadas son grandes ventoleras que a veces hacen que a la gente se le vuelen los sombreros , entonces el viento no puede parar de reír y sigue soplando hasta que las calles están llenas de sombreros voladores. A veces en toda esta confusión la gente se equivoca de sombrero, las personas serias se ponen sombreros con flores o los niños atrapan un sombrero muy elegante y se lo pone en la cabeza para jugar a que son gente seria. En el juego no se sabe quien es grande y quién es chico, estas confusiones le gustan mucho al viento. Abril
Las hojas
Un día un niño se sentó debajo de un árbol con un cuaderno lleno de poemas. Al árbol le gustó mucho el sonido de lo que el niño leía porque sonaba como el mar y el viento al mismo tiempo. Entonces el árbol quiso escribir sus propios poemas con tinta amarilla y los fue guardando dentro de sus hojas. Cuando los poemas están listos las hojas se vuelven completamente amarillas, entonces el árbol las suelta y se las envía a sus amigos, el pasto y la tierra, que son grandes lectores. Cuando algún árbol se enamora de una mariposa o de una golondrina el suelo se llena de poemas de amor y el viento al leerlos suspira. A los suspiros del viento la gente grande les llama brisa.
Mayo
Los caracoles
Los caracoles son grandes caminantes, algunas personas piensan que son lentos pero la verdad es que a ellos les gusta caminar así para mirar las flores y el viento con calma. Llevan su casa en la espalda , así cuando un paisaje les gusta mucho pueden quedarse mirándolo durante días. Las casas de los caracoles son muy livianas porque no tienen muebles. Cada uno vive en una casa distinta pero casi siempre hacen amigos en el camino. Por eso a veces se puede ver todo un barrio de caracoles en el patio, estacionados frente a una flor de pétalos blancos o bajo una puesta de sol.
Junio
La luna
Cuando oscurece más temprano podemos mirar la luna por más tiempo.
La luna cuando está llena es un queso gigante, esos días en el cielo hay una fiesta y todos comen un pedazo, por eso durante el mes se va achicando.
Cuando parece una cuna es porque alguna estrella chica necesita dormir y ella la mece.
La luna además de ser un queso es muy brillante por eso también es una linterna.
En la tierra nunca está totalmente oscuro porque nos alumbra ese gran queso o las estrellas que son como las luciérnagas pero más grandes.
Julio
La Lluvia
Cuando llueve uno puede ponerse botas de goma y salir a la calle para que el pelo y la ropa queden mojados. Si se saca la lengua se pude sentir el sabor del invierno dentro de la boca.
A las gotas de lluvia les gusta aterrizar en la ropa y en el pelo de la gente y les gusta más todavía cuando la gente canta.
Cuando alguien sale a caminar bajo la lluvia y además canta es posible que se moje un poco más porque a las gotas les gusta ir a vivir en la ropa de la gente que canta.
También se puede salir con un paraguas rojo o amarillo, entonces las gotas piensan que es un parque de diversiones, se resbalan rápido por las varillas, se empujan unas a otras y se ríen mucho.
Agosto
Los duendes
Los duendes son tan chicos que a veces la gente no los ve. En la tarde, se columpian en las hojas de los árboles o duermen la siesta encima de alguna flor de pétalos cómodos. Son grandes comedores de frutillas y duraznos. Lo que más le gusta a los duendes es salir a mirar a las personas, pero como éstas son tan grandes a veces las confunden con montañas, incluso hay duendes que creen que las personas no existen y que son invento de los duendes más pequeños que siempre andan mirando el cielo.
Septiembre
Los volantines
Los volantines son cartas que los niños envían a las nubes. No tienen palabras, pero tienen muchos colores porque las nubes, igual que los niños, saben hablar en el idioma de los colores. Cuando las nubes ven un volantín rojo piensan que se trata de un niño al que le gusta bailar. Si el volantín es amarillo piensan que es un niño aficionado a los helados de vainilla. Hay volantines que tienen dibujos de peces y cuando se elevan, el cielo se transforma en un mar de aire.
Octubre
Los caracoles de mar
Los caracoles que aman la música se van a vivir al mar. Viajan por el agua y le piden a los peces que canten las canciones de sus mares preferidos. Todo el mar se vuelve una fiesta y los peces africanos cantan canciones llenas de tambores que hacen bailar a las algas y los cangrejos. Estos caracoles tienen grandes colecciones de discos dentro de sus casas por eso cuando la gente se los lleva al oído siente la música de todo el mar.
Noviembre
El sol
El sol es brillante y fuerte porque se alimenta de miel. Las abejas del cielo depositan la mejor miel encima de sus rayos. Si alguien se llena los dedos de miel y después se los lleva a la boca puede sentirse como un sol más chico.
Diciembre
Los castillos de arena
Los castillos de arena son las casas de los duendes de mar. Éstos son más pequeños que los duendes de tierra y de tanto mirar el mar se vuelven de un azul transparente. Se acercan al oído de la gente que esta en las playas y les dicen que por favor les construyan un castillo. Como son muy pequeños no pueden hablar fuerte, así que a veces sólo se escucha una especie de silbido, pero la mayoría de la gente entiende que se trata de un duende pidiendo un castillo. Se adornan con piedras y plumas. No duran mucho, por eso es posible que durante su vida un solo duende tenga más de quinientos castillos.